El camerunés Samuel Eto''o, que firmó los dos goles que dieron la vuelta a la ventaja del Roma, propició el triunfo del Inter en el partido de la Supercopa de Italia, el primer título del español Rafael Benítez como técnico del campeón transalpino.
Fue el reencuentro oficial de dos viejos conocidos, que coincidieron antaño en el Real Madrid. Poco tienen que ver ambos desde entonces. Ambos contribuyeron a ampliar la exitosa racha del rey de Europa.
La era Benítez también arrancó con éxito. Triunfal. Igual que como echó el cierre a la etapa del portugués Jose Mourinho. El técnico español, hasta el año pasado en el Liverpool, tiró de los clásicos para la conquista de la Supercopa, que sitúa al Inter a la altura del Milán, hasta ahora el único con cinco triunfos en este torneo.
El duelo, sin embargo, se puso cuesta arriba para el campeón de Europa, que no lograba la Supercopa desde 2008 y que recoge la corona lograda el pasado año por el Lazio, con el que perdió la final.
El Roma tomó ventaja con el tanto del noruego John Arne Semundseth Riise a los veinte minutos tras aprovechar un despiste del Inter. El tanto no reflejó el dominio del equipo de Benítez sobre el terreno de juego, que logró el empate en una acción inesperada. El macedonio Goran Pandev no desperdició el error del montenegrino Marko Vucinic, que centró de mala manera a su portero para facilitar el gol del rival.
El Inter apretó el acelerador y evidenció su superioridad, sobre todo en la segunda mitad. Entonces entró en acción Samuel Etoo, que con Mourinho pareció tener que disimular sus virtudes goleadores. Rentabilizó una acción del argentino Diego Milito para batir al meta rumano Bogdan Ionu Lobont a veinte minutos del final.
Diez después, volvió a ver puerta el camerunés, que sentenció el choque y el triunfo, que supuso el arranque victorioso de Rafael Benítez en su aventura italiana y la prolongación del exitoso recorrido del vigente campeón.
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