El Real Madrid ha perdido una ocasión de oro para ganar por fin en el estadio de San Siro. Un pésimo arbitraje de Howard Webb y su incapacidad para cerrar el partido han privado al equipo blanco de ganar en el feudo milanista por primera vez en su historia.
El partido comenzó con un gran dominio madridista, encerrando al Milan en su campo con el juego vertiginoso que viene mostrando el equipo de Mourinho. A pesar de las numerosas ocasiones en el primer tiempo, como una clarísima de Di María o un doble remate a la salida de un córner que salvó Pirlo bajo palos, el partido llegó empatado hasta el minuto 44 del primer tiempo, momento en el que Higuaín, tras un pase magistral de su compatriota Di María, controló en el área y batió a Abbiati de tiro cruzado colocando el 0-1 en el electrónico. Así se llegó al descanso.
Tras el mismo, el partido entró en una fase de parones contínuos, lo que benefició al conjunto rossoneri e hizo que el Madrid dejara de tener ocasiones. El Milan, que apenas había inquietado a Casillas, empezó a acercarse más a la portería madridista, y tuvo algunas ocasiones bastante claras para empatar el encuentro, como un intento de vaselina de Ibrahimovic a pase de Ronaldinho, que se fue fuera por poco. Allegri empezó a mover el banquillo, dando entrada a Inzaghi, mientras el Madrid se mostraba cada vez más desdibujado.
Fue el propio “Pipo” Inzaghi quien en el minuto 67. de partido puso el 1-1 en el marcador, tras un fallo de Pepe al intentar despejar un balón, y otro posterior de Casillas, al que sorprendió un centro de Ibrahimovic al primer palo. Como de costumbre, Inzaghi estaba preparado para empujar el balón al fondo de las mallas. Tras el gol, dando por bueno el empate, Allegri quitó a Pato y dio entrada a Ambrosini. Mourinho respondió con la entrada de Benzema, tal vez con la esperanza de que confirmara sus buenos minutos en Alicante. El damnificado de este cambio fue Higuaín, quien había hecho el 1-0, por cierto, gol 700 del Madrid en Liga de Campeones.
Diez minutos después de su primer gol, Inzaghi, a pase de Gattuso y en claro fuera de juego, volvió a perforar la portería de Casillas, dando la vuelta a un partido que el Madrid había parecido tener dominado hasta el primer gol milanista. Tras 2-1, Mourinho, como ya hizo en Alicante, volvió a retirar a Pepe dando entrada en esta ocasión a Pedro León.
El Madrid, que contaba ya con poco tiempo por delante, siguió empujando hasta que en el minuto 93. Benzema recibió un balón escorado a la derecha en la frontal del área y dio un gran pase a Pedro León, que el murciano se encargó de enviar al fondo de la porteria del Milan colocando el 2-2 en el marcador.
El gol madridista nos dejó la imagen final de un Mourinho eufórico corriendo por la banda de San Siro para apremiar a Albiol en sus ejercicios de calentamiento, y la sensación de que el Madrid había dejado pasar una magnífica oportunidad de vencer a un Milan que este año tampoco atraviesa por su mejor momento, y tiene que seguir viviendo de viejas glorias que ya jugaron hace tiempo sus mejores temporadas. A pesar de todo, el equipo se vuelve del país transalpino con un punto que le deja a un paso de sellar su pase a los octavos de final de la Champions League.
Antonio González.
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