El Real Madrid, con goles de Carvalho y Ozil, se impone gracias a su pegada en un derbi en el que el Atlético mereció mejor suerte.
Real Madrid 2-0 Atlético de Madrid
La historia volvió a repetirse. Éste tampoco será el año en que el Atlético vuelva a ganar en el Bernabéu. Al Real Madrid le bastó con un buen comienzo y su gran pegada para doblegar una vez más a un Atlético de Madrid que no se rindió en todo el encuentro, pero al que le faltó acierto en los momentos clave.
Si bien el juego no llegó a ser tan bueno como en San Siro, el conjunto de Mourinho volvió a acreditar las virtudes de las que viene haciendo gala durante esta temporada. Es un equipo muy sólido en defensa y con un gran espíritu colectivo, y que además se convierte en un ciclón cuando alcanza vuelo en sus ataques.
Mención especial merece Ricardo Carvalho. El central portugués cuajó un espectacular partido desactivando a delanteros de la talla de Forlán y Agüero, haciendo gala de un gran sentido de la anticipación y estando en todo momento perfectamente colocado. Se hace difícil pensar que el Madrid pudiera haber encontrado un mejor acompañante para Pepe, pues Carvalho tiene todas las virtudes que, por su juventud y exceso de temperamento, le faltan al otro central madridista.
El Madrid comenzó dominando claramente el encuentro y teniendo varias llegadas al área contraria. Fue un comienzo de partido vibrante, si bien el Atleti apenas se estiraba en ataque. La insistencia madridista no tardó en tener premio. En el minuto 14, en una rápida jugada de contraataque precedida de una jugada en la que Mateu Lahoz pudo haber pitado falta sobre Reyes, Carvalho, que pasaba por allí, acertó a rematar un balón que venía rebotado, poniendo el 1-0 en el marcador. Es el segundo gol que consigue el defensa portugués, que además de mostrarse muy seguro en defensa, de vez en cuando se asoma con acierto a posiciones de ataque. Casi sin tiempo para que el Atlético reaccionara, Ozil botó una falta lateral sorprendiendo a un De Gea que solo pudo hacer la estatua. Era el 2-0 y quedaba toda una eternidad por delante, lo que nos hacía pensar en una posible goleada y festival madridista, pero nada más lejos de la realidad. A partir del segundo gol, el Atlético se recompuso, se hizo con el control de la pelota y empezó a llegar con más asiduidad al arco madridista. Casillas, inédito durante casi toda la primera parte, tuvo que emplearse a fondo, especialmente para desviar un gran disparo de Reyes que iba en dirección a la escuadra. Con este panorama se llegó al descanso.
Tras la reanudación, lo primero que vimos fue a Higuaín enviando al palo una espectacular volea a pase de Ozil. No fue más que un espejismo porque el control del juego volvió a ser del Atlético como en los minutos finales del primer tiempo. El Madrid no volvió a entrar del todo en el partido, mostrando síntomas de inconsistencia o quizás de falta de fuelle, los cuales ya pudimos ver en el último partido en San Siro. El Atlético tuvo algunas ocasiones para reducir diferencias y poner en más dificultades al Madrid, como un espectacular remate de Forlán al palo desde fuera del área, pero le faltó el acierto que sí había tenido conjunto madridista en el primer tiempo. En estos minutos, del Madrid apenas se recuerdan un par de acercamientos al contragolpe, como un tiro de Ozil tras un fenomenal pase de Marcelo. El Atlético siguió empujando sin suerte, pese a dar entrada a Diego Costa y Raúl García. El Madrid segúa dando claros síntomas de cansancio, pero Mourinho, como viene siendo habitual, tardó en realizar los cambios. En el minuto 74. dio entrada a Benzema por Higuaín. El francés no pudo ver puerta pero estuvo bastante acertado y participativo en el rato en que estuvo sobre el césped.
En el minuto 82 entró al campo Mahamadou Diarra por Di María para fortalecer el centro del campo, pero el partido ya no tuvo mucha más historia.
En definitiva, fue un derbi sin demasiado buen juego en el que el Madrid se impuso por dos zarpazos en el primer tiempo, y en el que el Atleti dominó durante la segunda mitad sin demasiado acierto.
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