@11paresdebotas
Llegaba el Barça al Camp Nou tras la mala imagen dada en el Villamarín, con la afición expectante, deseosa de que sólo fuera un mal día, un día de relajación en una temporada que no permite despistarse.
En frente el equipo de Portugal llegaba sin Munitis y Pinillos, los jugadores que de algún modo, junto a Toño y Colsa, encarnan el espíritu racinguista. El entusiasmo y la experiencia de ambos seguro que hubiera sido de gran ayuda para los de Santander.
Todas las preguntas y la expectación tuvieron respuesta inmediata. En el minuto 2, una obra de orfebrería fabricada por Villa y Messi en el área del Racing acabo con el gol de Pedro. El canario ha acabado por convertirse en un goleador de raza, los había marcado en todas las competiciones y de todas las maneras, sólo le faltaba hacerlo con el pecho, como si fuera Hugo Sánchez.
Las remotas ilusiones que pudieran abrigar los racinguistas de puntuar se deshicieron con ese gol. Jugar contra este Barça, con todos sus titulares de mediocampo hacia arriba, es complicado, remar a contracorriente, con el resultado en contra desde el 2º minuto, titánico.
El Barça siguió monopolizando el balón, con el Racing aculado a pocos metros del área, intentando tirar la línea y cerrar todos los espacios, pero para los jugadores de Guardiola 2 metros son un latifundio. Enhebran los pases interiores y las paredes, cambian de lado y obligan al rival a bascular constantemente, persiguiendo sombras, llegando siempre un segundo tarde. Toño detuvo milagrosamente las ocasiones de Puyol y Adriano, en el Barça todos salvo Valdés tienen permiso para llegar al área.
En una de tantas llegadas el uno contra uno de Villa acabó en penalty de Henrique, y Messi, que había fallado en Sevilla en Copa, no perdonó esta vez, mandando a un palo a Toño para definir por el otro. Los goles de Messi, como decía Menotti, son pases a la red.
A partir de ese momento la tensión del Barça bajó, y con ello la velocidad y la precisión. El Racing comenzó a estirarse. Rosenberg probó a Valdés en jugada individual, sin peligro. El sueco lucha, se crea espacios, pero no concreta.
La baja de Munitis la cubrió Portugal colocando a Adrián de media punta, un jugador más del perfil de Canales, que tanta importancia tuvo la temporada pasada. A un gran remate suyo de cabeza a bocajarro respondió Valdés con una parada para los highlights del día. Valdés tiene 2 ó 3 intervenciones por partido y generalmente son cruciales. Su paradón una vez más permitió llegar con el marcador intacto al descanso y que el Racing no se metiera en el partido.
La segunda mitad se inició sin tensión, más imprecisiones del Barça, con menos ritmo de balón y movilidad. Kennedy y Adrián probaron de lejos sin mucha precisión. El partido era un trámite para ambos, sin muchos alicientes.
El tercero llegó tras una gran dejada de Pedro, que Iniesta resolvió con un zurdazo que golpeó en un defensa. Se confirmaba así que el Racing es el rival preferido de Andrés. Olvidadas las lesiones, Iniesta ha jugado todos los partidos de Liga de este curso. Ayer lució su repertorio de amagos, controles y croquetas, y añadió otro gol a su temporada más fecunda.
Guardiola tuvo tiempo de dar descanso a Xavi, por un Keita hiperactivo que dio más electricidad al medio campo, y unos minutos al taciturno Bojan, que fue recibido con silencio. Las enormes expectativas que se crearon en sus primeras temporadas a veces hacen olvidar que es un chico de 20 años. Un murmullo recorré el Camp Nou en cada una de sus intervenciones. Mal asunto.
Poco más que ver. 3-0 y el Barça que ganó su 14º partido seguido de Liga igualando otro récord histórico del club.
Para el Barça, otro día más en la oficina.
domingo, 23 de enero de 2011
Otro día más en la oficina
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