domingo, 6 de febrero de 2011

Rellenando las vitrinas

@11paresdebotas

Leo Messi. El alfa y el omega del Barça y del fútbol mundial. Esas dos palabras que nombran un cuerpo diminuto y eléctrico, que encierra la esencia del deporte más seguido del mundo, resumen perfectamente el partido. 3 goles hizo, pero pudieron ser 6.

Cualquier habitante de la Tierra que conozca como juega el Barça y como juega el Atleti, la antítesis del juego combinativo, esperaban un partido sencillo para los blaugranas. Sólo algún loco apostaría por el atleti a la espera de ganar tanto dinero como en el euromillón. Y todo salió según lo pronosticado.

Cambió Quique el esquema y la alineación, síntoma de debilidad, y así salió el equipo rojiblanco, entregado y entregando el balón al rival. Con Forlán en el banquillo y Filipe de interior para tapar a Alves, la mediapunta era para Fran Mérida, al que le faltan muchas horas de vuelo. El Barça tocó y tocó de lado a lado con el Atleti metido en su campo. Enseguida Messi tuvo el primer mano a mano, anulado por falta a Ujfalusi, colocado de central izquierdo. Ni rastro de Domínguez desde el partido del Bernabeu.

Lo intentaba Villa tirando la diagonal y buscando el disparo, más preocupado por su gol que por dar fluidez a las jugadas.

A renglón seguido, gran desmarque de Messi y excepcional pase de Iniesta, Messi perdona lo que no suele perdonar. A la 3ª, uno de esos momentos cómicos que la defensa del Atleti suele proporcionar, Messi barrió el frente de ataque, mandó a Filipe a chocar con Assunçao, y cruzó el 1-0 a la red. Sólo a él no le resulta difícil.

Luego llegaría la jugada del partido, uno de esos momentos sublimes del equipo de Pep. Combinaciones y pases de primera, con intervención de casi todo el equipo, para acabar con un pase en profundidad a Leo La pelota no er suficientemente buena, pero el despeje de Antonio López lo convirtió Leo en un control orientado y batió a De Gea con un toque sutil. Seguía la tormenta del argentino.

Iban 2 que bien podían haber sido 4, De Gea detuvo a Pedro otro más, con esa imperturbabilidad que le caracteriza. Y ahí el Barça tuvo una caída de tensión. El Atleti llegó por primera vez al área de Valdés, minuto 35, en un jugadón de Agüero que sólo el extraordinario Abidal pudo detener. Y justo antes del descanso, Tiago sacó rápido, sorprendiendo a Valdés y marcando, pero el árbitro no había dado orden de sacar. 2-0 y el partido parecía resuelto.

En la caseta Quique deshizo el cambio estratégico de partida, metiendo a Forlán por Fran Mérida. Y el partido se convirtió por primera vez en una contienda, con alternativas, con 2 rivales queriendo el protagonismo. El Barça empezó a alejarse de De Gea, sin profundidad. Villa se marchaba al centro y no cerraba las salidas de Valera, Tiago recibía suelto y poco a poco el Barça dejaba de elaborar. Se notó la chispa perdida por el ciclo de carga planeado por Seirulo. Iniesta jugó su peor partido del curso, sin capacidad para cambiar de ritmo. Busquets, Abidal y Piqué achicaban los balones a la espalda.

Y entonces tuvo el Atlético la oportunidad de meterse en el partido, primera jugada colectiva rojiblanca, balón a la espalda de Alves, y el mal remate de Forlán le queda muerto a Felipe, su remate, con Valdés batido, lo sacó Piqué en línea de gol.

El murmullo del Camp Nou fue in crescendo. Quique dio entrada a Koke por Assunçaoy Guardiola a Keita para ganar energía. El partido estaba tenso, sin continuidad, con el Barça tocando sin profundidad, para protegerse.

Y a todo esto volvió a aparecer Messi, que en ese momento ya era un centrocampista más, y hasta un defensa en la jugada que más le engrandece en un partido en que hizo un hat-trick. En un córner mal botado, Agüero arrancó una contra y Messi le persiguió durante 60 metros, llegó al borde del área para robarle la pelota y después sacarla jugada con un autopase ante Filipe Luis. El Camp Nou se levantó para aplaudirle.

Pero Messi no tiene nunca bastante. Metió un pase en profundidad a Villa, que le dejó ante De Gea, y sin recrearse se fue a buscar el rechace, y el rechace se produjo. Con De Gea en el suelo, La Pulga fue más rápido que Godín y redondeó su partido.

24 goles de Messi, ya por delante de Cristiano Ronaldo. Y el Barça de Messi superó el record de victorias seguidas del Madrid de Di Stefano. Casi nada al aparato.

Cuando pitó Turienzo, Messi fue a buscar el balón para seguir rellenando sus vitrinas. Se llama Messi, Leo Messi.

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